Historia de la Declaración

En diciembre de 2018, después de casi 20 años de lucha de las organizaciones campesinas, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y de otras personas que Trabajan en las Zonas Rurales.

El 17 de diciembre de 2018, la Sesión 73 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGONU 73), que representa a 193 Estados miembros, en Nueva York adoptó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y otras personas que Trabajan en Zonas Rurales; con 121 votos a favor, 8 votos en contra, y 52 abstenciones.  

Por primera vez el sistema internacional de los derechos humanos reconoció el rol de les campesinos en la lucha contra el hambre y la protección de la naturaleza.

La Declaración nace en oposición al modo en que avanza el capital financiero sobre la vida y la producción rural, a las formas de producción extractivitas y depredadoras. Durante años, campesinos de todo el mundo presentaron en el Consejo de Derechos Humanos datos y testimonios sobre desplazamientos forzosos, falta de acceso a semillas y al agua potable, imposibilidad para sostener sus modos de vida y de producción, falta de acceso a la justicia criminalización y violencia.

En diciembre de 2018, después de casi 20 años de lucha de las organizaciones campesinas, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y de otras personas que Trabajan en las Zonas Rurales.

Desde su aprobación, los Estados parte de las Naciones Unidas reconocen derechos y se comprometen a respetarlos, promoverlos y garantizarlos. El texto se centra en el derecho a la tierra, las semillas y la biodiversidad. También reconoce a la Soberanía Alimentaria como “el derecho a una alimentación saludable y culturalmente apropiada, producida mediante métodos ecológicamente racionales y sostenibles, y el derecho a definir sus propios sistemas de alimentación y agricultura”.

Además, la declaración incluye derechos colectivos y de esta manera amplía la cosmovisión del derecho y sus alcances para las familias que trabajan en el campo. Al mismo tiempo, obliga a los Estados a tomar medidas para alcanzar la plena efectividad de los derechos. En la medida en que la Declaración describe obligaciones respecto a los derechos que reconoce, el texto puede tomarse como un compendio orientador de las políticas públicas agrarias que deben adoptarse para hacerla efectiva.

La aprobación de la declaración es una conquista de la lucha campesina que los Estados deben traducir en la implementación de políticas para que las personas que viven y trabajan en el campo puedan desarrollarse de acuerdo a su propio modo de vida.

Hagamos un recorrido por esos más de 20 años

Decimos que son más de 20 años de lucha porque tenemos que remontarnos al nacimiento de la Vía Campesina allá por el año 1993 en Mons, Bélgica. La Vía Campesina es una red internacional que nuclea a 200 millones de campesinos de 182 organizaciones en 81 países.

En abril de 1996 La Vía Campesina (LVC) convoca a la segunda conferencia Tlaxcala (México) para definir los principales objetivos de esta incipiente alianza de organizaciones campesinas a nivel internacional. En esta segunda conferencia se decide que LVC apoyará la articulación entre las luchas campesinas, los derechos humanos y el derecho internacional.

Entre 1996 y 2000, se profundizan debates internos entre las organizaciones miembros de LVC sobre las violaciones de los derechos humanos y la discriminación de las comunidades campesinas.

En octubre del año 2000 se celebra la tercera conferencia en la India y se decide que el movimiento campesino debía entrar en la esfera del derecho internacional y ocupar su lugar en los foros de negociación internacionales, y que debían reconocerse los derechos campesinos. Se lanza años más tarde una campaña mundial para denunciar las violaciones de los derechos campesinos y se inicia la redacción de informes sobre violaciones sistemáticas de estos derechos. Insumo fundamental para argumentar lo que luego sería la declaración.

Entre los años 2004 y 2006, estos informes se presentaron en las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (ahora Consejo de Derechos Humanos). El CETIM y FIAN (organizaciones aliadas a la LVC) también organizaron actos en la ONU en Ginebra, en paralelo a los debates oficiales.

2008 será un año central en este proceso. En mayo, La Vía Campesina organizó una conferencia internacional sobre los derechos campesinos en Yakarta, Indonesia donde se presentó "La Declaración de los Derechos de los Campesinos". En agosto de ese mismo año esta declaración se presenta en Ginebra ante la ONU y en octubre la 5° conferencia adoptó la Declaración redactada por el movimiento

Cuatro años después, a partir del impulso dado por el gobierno de Bolivia, se inició el proceso formal en el Consejo de Derechos Humanos. Así comenzó el trabajo sobre el texto, que se nutrió de aportes y observaciones de los Estados, las organizaciones campesinas, de pastores, pescadores artesanales, trabajadores agrícolas, pueblos indígenas y organizaciones de derechos humanos.

El Comité Asesor sobre los Derechos de las Personas que Trabajan en el Medio Rural en marzo de 2012, presentó su estudio final sobre cómo promover los derechos campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales. En este estudio, el Comité Asesor propuso una nueva versión de la Declaración, inspirada en gran medida en la Declaración de LVC.

Entre 2013 y 2018, se realizaron las negociaciones en el Grupo de Trabajo para redactar la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Campesinos y Otros Trabajadores Rurales. LVC formó y envió una delegación de campesinas/os a cada sesión de negociación. Durante estas sesiones, participaron activamente en los debates dentro y fuera de la sala de negociación. Les acompañaron en este trabajo el CETIM y FIAN. Entre las sesiones, las y los delegadas/os de LVC desarrollaron un trabajo de incidencia hacia sus gobiernos para que apoyen el proceso.

El 17 de diciembre de 2018, la Sesión 73 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGONU 73), que representa a 193 Estados miembros, en Nueva York adoptó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y otras personas que Trabajan en Zonas Rurales; con 121 votos a favor, 8 votos en contra, y 52 abstenciones.  

En octubre de 2023, durante su 54ª sesión, el Consejo de Derechos Humanos adoptó, con una abrumadora mayoría de votos a favor, una resolución por la que se creaba un nuevo Procedimiento Especial de la ONU sobre los derechos campesinos y de otras personas que trabajan en zonas rurales, en forma de Grupo de Trabajo de la ONU (cinco expertos independientes de las cinco regiones de la ONU). Este mecanismo internacional de seguimiento tendrá el mandato de trabajar en la promoción y aplicación de la UNDROP en todos los Estados miembros de la ONU y será una herramienta clave en la mano de los titulares de derechos de la Declaración que luchan por el respeto de sus derechos.

Observatorio de Derechos Campesinos - observatorioderechoscampesinos.org